Santi Yusta y Vega Gimeno, presentados como nuevos jugadores de Casademont Zaragoza

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El alero madrileño y la ala-pívot valenciana han vivido este mediodía su presentación oficial como jugadores del conjunto aragonés en el pabellón Príncipe Felipe. Una rueda de prensa conjunta en la que ambos han expresado su ilusión, en un caso por arrancar su estancia en la capital aragonesa y, en el otro, por regresar a la que fue su casa durante tres temporadas.

Acompañados ambos en la sala de prensa por el gerente Javier Gastón y por los respectivos directores deportivos, Pep Cargol y José Descartín, Santi Yusta ha sido el primero en atender a los medios, analizando su llegada a Casademont Zaragoza: «Ha sido muy fácil elegir», indica a tenor de las conversaciones mantenidas con el club y, especialmente, con Jaume Ponsarnau:  «Es un gran entrenador», arranca. «Y cuando me llamó diciendo que me quería y que deseaba que fuera un jugador importante, supuso un plus para mí», revela motivado. «Llego con muchas ganas y mucha ilusión para hacer un año lo más exitoso posible».

Superada aquella lesión que se produjo con la selección española ante Polonia, precisamente en el pabellón Príncipe Felipe, el madrileño asegura encontrarse a tope: «Estoy trabajando mucho a nivel físico, me encuentro muy bien y eso está olvidado», sostiene cerrando ese capítulo y deseando centrarse ya en el próximo curso: «Quiero aspirar a lo máximo posible», confiesa con ambición y cautela. «Pero hay que ir pasito a pasito: lo primero es cerrar la plantilla, que aún quedan fichajes, y luego tratar de sumar el máximo número de victorias posibles». Todo ello, con el deseo de volver a mirar hacia arriba: «Por qué no, ojalá, volver a estar en playoffs como hace unas temporadas».

Sea como fuere, lo principal ahora para él, y que también ha influido en su decisión de recalar en el cuadro rojillo, es dar un paso adelante y volver a sentirse importante. Algo de lo que Casademont Zaragoza ha vivido en las figuras de jugadores como Joan Sastre o su amigo y compañero de quinta Jonathan Barreiro: «Ha habido jugadores nacionales que han jugado muy bien, pero también gente como Brussino o Ennis, más recientemente, que son un espejo para mí». Un camino que Yusta quiere trazar, sea como fuere, con el apoyo de la afición: «Tras un año sin público en los pabellones hay muchas ganas de que vuelva la afición», admite. «Me ha tocado sufrir a la ‘marea roja’ y seguro que es un plus, sobre todo aquí en casa», concluye.

Por su parte, Vega Gimeno comienza ratificando la emoción que supone retornar a la capital aragonesa: «Para mí volver a Zaragoza significa regresar a mi segunda casa», sostiene la valenciana. «Deportivamente porque pasé tres muy buenas temporadas aquí, en las que hicimos playoffs, Copa de la Reina», recuerda sobre su estancia en Mann-Filter Stadium Casablanca, aunque centrada ya en el futuro. «Se ha hecho una muy buena plantilla, conozco a muchas, algunas on mis amigas y la verdad es que invita a ser optimista», valora. «Más allá de buenas jugadoras hay muy buenas personas y esa cohesión de grupo es la que hace que se puede aspirar a cosas como la Copa de la Reina y playoffs».

Además, Gimeno llega de firmar una gran campaña en Lugo a las órdenes de quien volverá a ser su entrenador este año: «El año pasado hice mi mejor baloncesto Carlos y confío mucho en él». Un nivel que le hizo ser una de las mejores jugadoras de la competición, aunque rehúya del papel de estrella: «No creo que el foco tenga que recaer en mí», asevera ante la presencia de otras grandes compañeras y veteranas en el equipo. «Hay jugadoras que continúan como Anna, Zoe y Aminata y que, por ese hecho, están más identificadas», expone.

En cuanto a las aspiraciones para este segundo curso del club en la Liga Femenina Endesa, la internacional se muestra cauta: «Es un proceso. El año pasado se crearon expectativas muy altas pero era el primer año del club y se consiguió salvar la categoría», analiza. «Este año se ha hecho todo más a tiempo y se ha confeccionado un equipo en el que todas, salvo Calhoun, conocemos la liga, que es muy importante». Sea como fuere, lo que es indudable es que con la apuesta de clubes como Casademont Zaragoza por el femenino, el nivel de la competición sube: «El nivel está altísimo, pero eso es lo que gusta a jugadores y entrenadores», admite con una sonrisa. «No va a ser fácil pero esa competitividad va a atraer a más gente».

Por último y aprovechando su indudable conexión con la ciudad y con la grada, Gimeno ha querido mandar un deseo a la afición: «Quiero que todos los aficionados que vienen a ver al masculino vengan al femenino porque quiero que seamos uno», subraya apelando a ese sentimiento de unión y pertenencia. «Pero no solo ellos, sino que la cantera también venga, las familias…». Con una última promesa. «Se van a divertir y no van a salir defraudados con el juego atractivo y dinámico que hace Carlos».