Víctor Fernández comparecía en rueda de prensa tras la derrota ante el Real Oviedo en el Carlos Tartiere. El técnico zaragozano valoraba el resultado de su equipo y también al actuación arbitral, con la que no ha estado de acuerdo:»A mi no me ha dado tiempo de hablar con nadie. Lo que me ha comentado Toni es que ha sido una jugada accidental, que ha dejado seguir el árbitro y luego ha sacado tarjeta y nos ha hecho mucho daño esa decisión. No soy capaz de juzgarla porque no lo he visto. Era un partido absolutamente equilibrado, en el primer tiempo hemos sido mejor que el Oviedo, pero ellos tienen casi dos plantillas en una y nosotros que veníamos muy limitados, esa expulsión nos ha dejado con muy pocas opciones de reaccionar. Me ha sorprendido también que haya dado solo tres minutos. No se puede cambiar nada, no sirven las excusas. Hemos competido bien, en la primera parte hemos tenido neutralizado al Oviedo, no estábamos sufriendo, pero luego a partir de la expulsión, los últimos 20-25 minutos han sido del Oviedo con mucha gente de refresco, empujado por su afición y era otro tipo de partido. Demasiado castigo, una vez más».
Por último, también ha explicado los refrescos desde el banquillo, sobre todo el elegido con Sergi Enrich y Germán Valera por Iván Azón y Adrián Liso: «Han corrido como auténticas bestias. Era meter dos jugadores similares para darle refresco al equipo pero poco después se ha producido la expulsión. Después, todo el plan B no sirve para nada. Una auténtica pena, y el problema no es perder el partido, sino las consecuencias para el que viene. Perdemos a Toni Moya y no vamos a tener centrocampistas para el domingo, una auténtica final, donde la afición debe ser consciente de nuestras posibilidades y convertirse en el jugador número 12».