La Almozara acogerá este domingo a las 12:00 el último derbi aragonés de la temporada para los dos equipos que lo disputan: el CD Ebro y el CD Brea. El partido se antoja clave en las aspiraciones de ambos equipos en esta recta final de la competición: el Ebro está a dos puntos del Playoff y necesita la victoria para mantenerse vivo en esa lucha, mientras que el Brea necesita ganar para mantenerse fuera del descenso.
Los arlequinados llegan en el que, probablemente, se pueda catalogar como su mejor momento del curso; ocupan la 7ª posición con 45 puntos, llevan 5 partidos sin perder y han sumado 11 de los últimos 15 puntos o, ampliando el punto de mira, 20 de los últimos 30. Los de La Almozara están encontrando su mejor versión con un juego fluido y dinámico en ataque, generando ocasiones, y mantienen una buena solidez defensiva.
Por su parte, el CD Brea ocupa la 12ª posición con 38 puntos y está inmerso en la lucha por evitar el descenso. Sin embargo, los breanos destacan por su potencial a domicilio, ya que se erigen como uno de los mejores visitantes en las últimas fechas: han ganado 3 de sus últimos 5 partidos fuera de casa y solo han caído derrotados en 2 de sus últimas 10 salidas, lo que da muestra de su peligro lejos de Brea.
«Es un visitante complicadísimo, que en 2022 fuera de casa solo ha perdido en Soria y que sabe muy bien cómo competir a domicilio», ha destacado a este respecto Raúl Jardiel, el entrenador del Ebro, que también ha comentado que el Brea está «disfrutando mucho de la competición». «Mi sensación es que hay futbolistas para los que cada balón es un gozo, un disfrute, lo compiten como si fuera el último; y eso nosotros lo tenemos que igualar, tenemos que poner esa misma pasión y tratar de imponernos en otros aspectos del juego», ha subrayado Jardiel.
Respecto a su equipo, el entrenador del Ebro cree que llega «en el mejor momento de la temporada», si bien tiene claro que esto no va a servir para nada en cuanto pite el árbitro. «No por llegar en un buen momento vamos a ganar partidos: lo importante es que seamos capaces de canalizar y de gestionar esas emociones y el momento en el que estamos, que nos tiene que dar confianza y tranquilidad», ha explicado Jardiel, para el que la clave está en el equilibrio entre «máxima confianza y máximo nivel de alerta».