Desde 2012, la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis ha realizado varias excavaciones en Alcalá de la Selva, Teruel. Estos trabajos han revelado importantes yacimientos de dinosaurios, destacando el yacimiento de huellas del Cretácico Inferior, denominado Río Alcalá. Descubierto en 2012, este yacimiento, de unos 125 millones de años de antigüedad, presenta icnitas (huellas fosilizadas) en forma de contramoldes con una conservación excepcional.
La singularidad de las icnitas de Río Alcalá radica en las impresiones de la piel de los dinosaurios, incluyendo detalles como las escamas. Las huellas muestran tanto la entrada como la salida de las extremidades de los dinosaurios en el sedimento, evidenciando el tiempo requerido para su formación. Este fenómeno llevó a los científicos a denominarlas huellas cuatridimensionales.
En el yacimiento se han identificado huellas de ornitópodos y terópodos, destacando su excepcional preservación. Algunas huellas, desprendidas del talud del yacimiento, se encuentran ahora en el Museo Aragonés de Paleontología en Teruel, mientras que otras permanecen en el sitio.
Recientemente, se han llevado a cabo trabajos de excavación, consolidación e investigación, financiados en gran parte por el Ayuntamiento de Alcalá de la Selva y la Fundación Dinópolis, a través del grupo FOCONTUR. Estas acciones han permitido la habilitación museográfica del yacimiento para su visita pública. Se han instalado pasarelas de madera y señalética educativa, facilitando la divulgación de este patrimonio paleontológico.
El yacimiento Río Alcalá se sitúa en la ribera del río Alcalá, cerca de la carretera que une Alcalá de la Selva con Cabra de Mora, entre los puntos kilométricos 11 y 12. Este enclave paisajístico forma parte del Lugar de Interés Comunitario Maestrazgo y Sierra de Gúdar, incluido en la Red Natura 2000.
La habilitación de este yacimiento permitirá que Alcalá de la Selva se integre en la Carretera de las Huellas de Dinosaurio, un recorrido alternativo que destacará el valor paleontológico de la región. Estas acciones no solo preservan un importante patrimonio científico, sino que también promueven el turismo y la educación en la zona.
