«Una mirada digna hacia el futuro de las personas mayores»
Manifiesto Día Internacional de las Personas Mayores 2021: «Una mirada digna hacia el futuro de las personas mayores»
Las personas mayores somos ciudadanos y ciudadanas con los mismos derechos que el resto y por lo tanto así se nos debe contemplar y tratar. Tras una vida de esfuerzo y de trabajo queremos vivir con dignidad.
La pandemia de COVID19 ha dejado en evidencia las deficiencias que veníamos denunciando desde hace años tanto en la atención en el propio domicilio como en las residencias para personas mayores. El número de fallecidos mayores de 65 años es insoportable y desde aquí queremos recordarles con cariño y mandar ánimo a sus familiares para seguir adelante.
No vamos a olvidarles y creemos que ya es momento de hacer una investigación en profundidad que ponga encima de la mesa qué ha fallado para que no se vuelva a repetir y se diriman responsabilidades. La escasa o nula información recibida por las familias, tanto de las direcciones de las residencias como de los responsables del Gobierno de Aragón, ha conllevado en algunos casos la intervención de la fiscalía.
En estos momentos queremos llamar la atención sobre la situación de aquellas personas mayores que por sus condiciones físicas o mentales no pueden valerse por sí mismas y necesitan cuidados de otras personas en su día a día. Estas personas se han visto inmersas en una espiral de situaciones que les han puesto al límite y que les están causando soledad, depresión, falta de apetito, ansiedad, falta de exposición al aire libre y de ejercicio físico, falta de interacción cariñosa con la familia y pérdida de dignidad.
El propio Justicia de Aragón en su comparecencia en las Cortes de Aragón decía que deberíamos replantearnos el equilibrio entre salud, dignidad y libertad de las personas mayores y que se habían producido verdaderas limitaciones de derechos fundamentales de los residentes y pidió en sus recomendaciones acabar con esas situaciones incluyendo la participación de las familias y usuarios en la gestión y funcionamiento de los centros residenciales.
También la Comisión especial sobre las residencias de las Cortes de Aragón incide en las mismas valoraciones y recomendaciones, proponiendo una auditoría sobre lo ocurrido. Y pide publicar en la web del Gobierno de Aragón tanto la información sobre los centros residenciales, como la carta de servicios, incluyendo el servicio de cocina, los compromisos de calidad, las condiciones de la infraestructura, el grado de cumplimiento de las recomendaciones, las plazas concertadas, y cualquier otra información que pueda ser de utilidad para la elección de centro por parte de las personas interesadas.
Vamos a trabajar para que todas esas declaraciones no caigan en el olvido y lleguen a materializarse.
No nos gusta ver que sólo se publiquen con detalle las informaciones referentes a los centros públicos y que nunca se oiga nada de lo que ocurre en los centros privados. Y no nos sirve el argumento de la ley de protección de datos para impedir la información y la transparencia tan necesaria para garantizar el respeto a los derechos de las personas mayores, estén donde estén. Máxime ahora que las residencias son instituciones cerradas a los familiares y no es posible conocer cómo se están prestando los servicios.
Se debería definir bien qué es un cuidador familiar voluntario y distinguirlo de una visita social. Son esenciales para la satisfacción de las necesidades de comunicación y afectiva de los residentes y deberían incorporarse a los cuidados en las mismas condiciones de seguridad que los trabajadores en lo que se refiere a medidas de protección y control.
Es necesaria más financiación para la Dependencia. Y esto no puede quedar como una frase más, tiene que reflejarse en los próximos presupuestos generales, autonómicos y municipales. El nuevo modelo de atención centrado en la persona que todos y todas queremos es urgente para que las personas mayores puedan estar el mayor tiempo posible en su casa pero con calidad y dignidad o en caso de una dependencia severa poder acceder a un centro público y de calidad, para que nadie se quede fuera por falta de recursos económicos.
La esperanza de vida aumenta y la población de personas mayores también, actuemos ahora para garantizarles y garantizarnos un futuro digno.
