El Real Zaragoza no pudo pasar del empate a cero ante el Cádiz en un partido denso y con pocas ocasiones claras. A pesar de la mejora en intensidad y actitud respecto a otros encuentros, los de Miguel Ángel Ramírez volvieron a evidenciar su falta de pegada en ataque, sumando un punto que sabe a poco en La Romareda.
Desde el inicio, el Cádiz salió a buscar la portería de Poussin, con Javi Ontiveros y Brian Ocampo como principales amenazas. Los visitantes estuvieron cerca de adelantarse en el marcador en el minuto 28, cuando Carlos Fernández estrelló un remate en el poste, la ocasión más clara del partido.
El Zaragoza, por su parte, mostró cierta solidez defensiva, pero sin ideas en ataque. Solo algunos intentos lejanos de Toni Moya e Iván Calero inquietaron a la defensa gaditana, pero sin exigir demasiado a David Gil. Con más interrupciones que fútbol, la primera parte finalizó con empate sin goles y con la sensación de que al equipo maño le faltaba ambición para buscar el partido.
La segunda mitad no cambió demasiado el guion. El Cádiz se dedicó a esperar su oportunidad mientras el Zaragoza intentaba con más voluntad que claridad. Ramírez movió el banquillo buscando frescura en ataque con las entradas de Pau Sans, Aketxe y Alberto Marí, pero el equipo seguía sin generar ocasiones de peligro real.
El momento clave llegó en el minuto 88, cuando Dani Tasende vio la segunda amarilla y dejó al equipo con 10 jugadores. A partir de ahí, el Zaragoza tuvo que resistir ante un Cádiz que tampoco se lanzó al ataque con demasiado ímpetu. Keidi Bare tuvo la última ocasión del partido con un disparo lejano que se marchó alto, cerrando así un empate sin grandes emociones.
Aunque el empate ante un rival como el Cádiz no es un mal resultado, el Zaragoza sigue sin mostrar una versión convincente en La Romareda. La falta de gol es una preocupación evidente, y con el cierre del mercado de fichajes a la vuelta de la esquina, la necesidad de incorporar refuerzos ofensivos es cada vez más evidente. El equipo de Miguel Ángel Ramírez deberá reaccionar pronto si no quiere perder el tren de los equipos de arriba. La Romareda sigue sin ser un fortín y el Zaragoza sigue sin encontrar el camino hacia la regularidad.
