El Consejo Aragonés de Cámaras de Comercio, Industria y Turismo quiere expresar su apoyo a los sectores del turismo, la hostelería, las empresas de eventos y el ocio nocturno ante la situación que arrastran desde el inicio de la pandemia. Durante estos nueve meses, los empresarios se han visto obligados a cerrar sus establecimientos o a trabajar con aforos muy limitados, haciendo muy difícil la supervivencia del sector, compuesto en su mayoría por microempresas, lo que ha supuesto que más de 10.000 empleos se han visto afectados en alojamientos turísticos y hoteles, empresas de eventos, bares o restaurantes desde que comenzó la crisis sanitaria.
Los confinamientos perimetrales han anulado totalmente el turismo vacacional y han afectado de lleno al turismo de congresos, obligando a cancelar el 85% de los eventos programados y posponer el resto, al menos, hasta mayo. Esto ha supuesto un duro mazazo para todo el sector, pero sobre todo para los hoteles.
Los datos avalan la trascendencia económica del sector turístico, que supone el 8% del PIB aragonés, con una importancia económica de 5.000 millones de euros. Solo en la ciudad de Zaragoza, el turismo generó 666 millones de euros en el año 2019, procediendo 110 millones de euros del segmento de congresos. En Huesca, el confinamiento perimetral ha supuesto la no apertura de las pistas de esquí, principal fuente de ingresos del turismo de la provincia. Tras invertir para minimizar el riesgo de contagio, los empresarios dan por perdida la temporada en el sector de la nieve, lo que afecta a 1.300 empleos directos y 12.000 indirectos. Algo similar ocurre en Teruel, donde las restricciones de movilidad han supuesto la caída del turismo, pues limitan su público objetivo a los habitantes de la provincia. El turismo es muy importante para la dinamización de la economía en toda la comunidad, ya que por cada euro que el turista paga en un establecimiento, se gastan dos euros adicionales en el sector servicios (hostelería, transporte público, comercio, etc.).
Lo más importante en estos momentos es la salud de la ciudadanía y, aunque es complicado, hay que compatibilizar medidas de prevención con otras de activación económica. La institución cameral considera que el plan de rescate para el sector turístico anunciado por el Gobierno central no puede retrasarse más, y sitúa como claves indispensables en estos momentos la prórroga de las ayudas de ERTES durante el periodo de tiempo en que continúe la crisis sanitaria, las ayudas directas urgentes, la creación de planes sectoriales de apoyo, favorecer la movilidad, la creación de una oficina de tramitación especializada que permita a las empresas turísticas y hosteleras acceder a las ayudas nacionales y de la UE y las campañas para incentivar el turismo interno de los aragoneses. Las administraciones deberían establecer medidas como rebajas fiscales y aplazamientos de pagos, y supresión del IBI de tipo diferencial para los hoteles, así como explorar soluciones que mantengan estable la actividad de las empresas y minimicen el riesgo de contagio, como puede ser la instalación de filtros EPA o cualquier otro sistema avalado por Sanidad que cumpla un objetivo afín.
Es importante favorecer la movilidad, por ejemplo, usando pruebas de Covid-19 como «salvoconducto» para hospedarse en los alojamientos turísticos e implementando el uso de test de antígenos. Las previsiones turísticas son muy negativas y llegamos a la temporada más baja del año, la de los meses de enero y febrero, por lo que habría que priorizar la aplicación de medidas relativas a la suspensión de actividades durante determinadas franjas horarias (toque de queda) por encima de adoptar medidas de encapsulamiento de ciudades.
Los empresarios están intentando sobrevivir adaptándose a los escenarios surgidos con cada fase de restricciones, a través de la digitalización y los servicios de comida para llevar, pero no hay que olvidarse que más de 40.000 familias dependen de este sector en Aragón y que precisan de medidas urgentes para poder persistir, con un plan de rescate universal para autónomos, pymes y grandes empresas.