Poco a poco va volviendo la normalidad a todos los ámbitos de la vida, algo que también se nota en el fútbol que cuenta las horas para que el balón vuelva a rodar. “Es lo que más queremos, estamos con muchas ganas de empezar. Han sido meses muy duros para todo el mundo pero confiamos en que las cosas irán a mejor”, decía Luisinho al terminar el entrenamiento de este jueves en Pirámide.
Al igual que el resto de sus compañeros se muestra ambicioso aunque consciente de la dificultad de lograr el objetivo. “Va a ser duro, son muchos partidos en poco tiempo, ya sabíamos que segunda división es larga, dura e intensa y, con este parón, las cosas son más difíciles pero el objetivo es el mismo. Peleamos por el ascenso, las ganas son altas”.
“Miramos hacia arriba conscientes de la dificultad pero las ganas son enormes, estamos ahí con opciones de todo y pelearemos por ello”, afirmaba el portugués.
Tiene claras cuáles son las armas del Huesca, “una idea muy clara y un estilo muy fiel”, además de una plantilla amplia con jugadores de calidad. “Somos una plantilla amplia y equilibrada, eso nos da una ventaja ante los rivales en este tramos final”. Sin embargo, añadía, “va a ser complicado tenemos que demostrar la teoría en el campo, el Málaga es un equipo que juega bien y será un partido difícil”.
Un partido, además, muy diferente con una nueva modalidad y un factor ambiental distinto. “Tenemos que ser profesionales, nos toca jugar en estas circunstancias y hay que adaptarse, quien antes lo haga tendrá una gran ventaja”, afirmaba.
