CEPYME Aragón quiere alertar de la grave situación en la que se encuentra el colectivo de los autónomos al que, al anuncio de las nuevas restricciones, se le ha sumado la subida de los tipos y las cuotas para 2020 en el mes de octubre, quedando pendiente la regularización de las cuotas correspondientes a los meses de enero a septiembre.
Además, para los autónomos que solicitaron la prestación extraordinaria por cese de actividad en marzo, se ha emitido un adeudo extraordinario para el abono de las cuotas pendientes a los días anteriores al período reconocido de prestación, es decir cerca de medio mes de marzo, en caso de no haber realizado el pago.
Es cierto que el incremento estaba previsto para enero de este año, pero CEPYME Aragón considera que no es el mejor momento para aplicarlo, cuando muchos de ellos apenas tienen ingresos o, incluso, sus negocios están cerrados.
La pandemia ha puesto de manifiesto un buen número de debilidades de nuestra estructura sanitaria, política y económica y una víctima más de esta situación son los empresarios autónomos, engañados y zarandeados por unas medidas insuficientes para paliar su situación y atrapados en un régimen injusto que, no solo les discrimina, sino que les condena a un permanente agravio comparativo del que necesita, desde ya, liberarse.
CEPYME Aragón denuncia que un colectivo como los autónomos, con una actividad laboral igual a la de un trabajador, no tiene acceso a las mismas prestaciones sociales y laborales que él por culpa de la obligación legal de cotizar a la Seguridad Social en un régimen diferente al general.
La organización empresarial considera necesario encuadrar al autónomo donde le
corresponde: en el Régimen General de la Seguridad Social como cualquier trabajador, pues lo es, y en el de responsable empresarial, que también lo es, separando así la actividad laboral de la propiedad de la empresa. Por ello, CEPYME Aragón insiste en su propuesta de suprimir el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y terminar con la discusión de la figura del autónomo, con los falsos autónomos y con la diferenciación entre profesional y societario.
Una propuesta que ya ha elevado el Partido Aragonés (PAR) al Senado, de la mano del senador aragonés Clemente Sánchez-Garnica, en forma de enmienda de adición a la moción del PP sobre un plan para trabajadores autónomos.
En el RETA es el propio autónomo el que elige la base por la que cotiza, mientras que en Régimen General la base se ajusta al nivel de ingresos del trabajador. Una situación que, al optar mayoritariamente por la base mínima de cotización (el 86% de los autónomos cotizan por la base mínima), hace que las prestaciones futuras, especialmente la de pensión por jubilación, cese de actividad o desempleo, sean mucho más bajas que en el Régimen General.
Si no existiera el RETA y todos los autónomos cotizaran en el Régimen General, actualmente todo el mundo tendría derecho a paro o ERTE, un aspecto muy a tener en cuenta en la situación que estamos viviendo en nuestro país.