La Guardia Civil destruye cerca de 500 Armas Depositas

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La mayoría de las armas destruidas son escopetas, depositadas en las diferentes Intervenciones de Armas de la Guardia Civil de la provincia de Huesca.

A partir del próximo 5 de noviembre, con la entrada en vigor de la modificación del Reglamento de Armas, la destrucción será el destino de las armas depositadas que no hayan recibido ningún destino en el plazo de un año


Un total de 495 armas de fuego y armas blancas que se hallaban depositadas por diferentes motivos en la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Huesca, han acabado esta semana pasada reducidas a chatarra.

Efectivos de la Guardia Civil de Huesca trasladaron dichas armas hasta una empresa siderúrgica, para darles el destino a chatarra a través del proceso de fundición.

Entre las armas destruidas se encontraban 268 escopetas, 11 rifles, 11 carabinas, 31 pistolas, 9 revólveres, 11 armas detonadoras, 24 armas de aire comprimido y el resto otras armas y armas blancas.

Actualmente, la competencia en materia de armas y explosivos que el Estado tiene se materializa por medio de las Intervenciones de Armas y Explosivos de la Guardia Civil.

Estas Unidades, controlan el acceso legal a las armas, para lo cual el Reglamento vigente establece unos requisitos, entre los que se encuentran la carencia de antecedentes penales así como la superación de pruebas teóricas y prácticas sobre el uso y manejo. En la provincia de Huesca existen más de 15.000 autorizaciones de diverso tipo para poder
tener armas de fuego (armas para caza mayor, caza menor, tipo deportivo, seguridad privada, etc.), las cuales amparan más de 27.000 armas de fuego.

Asimismo, de manera periódica, la Guardia Civil de Huesca lleva a cabo la destrucción de armas de fuego de diversos calibres, así como armas blancas prohibidas. Algunas de ellas están implicadas en ilícitos penales o administrativos, y tras el correspondiente procedimiento, se determinan su destrucción; y otras, que por cesar sus titulares en el derecho a la tenencia y uso y no haber sido adjudicadas en subastas, tienen el mismo
fin. Ello permite que las armas sean reducidas a chatarra mediante un proceso de fundición o similar.

Con la publicación el pasado 5 de agosto del RD 726/2020, por el que se modifica el Reglamento de Armas, y que entrará en vigor el próximo 5 de noviembre, el destino de las armas depositadas que pasado el plazo de un año no reciban ninguno de los destinos previstos en la norma (recuperación, enajenación, inutilización), será la destrucción.

Se eliminan por tanto las subastas, no obstante aquellas armas depositadas con anterioridad al 5 de noviembre de 2020, se regirán por la normativa anterior y serán subastadas transcurrido el plazo mínimo de un año desde su depósito.