Que nadie desista

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El Real Zaragoza ha caído a los puestos de descenso después del empate entre el Burgos y Las Palmas. Tan cierto es eso como que todavía no se ha abierto el telón de la séptima jornada y es demasiado pronto para caer en la tentación de pulsar el botón de la autodestrucción.

Con el Lugo ya en el horizonte, se aviva el contraste de opiniones en el zaragocismo: los hay quienes otorgan un crédito infinito a JIM tras apagar el fuego del pasado curso, confiando plenamente en la línea de trabajo que se está siguiendo; los hay quienes se muestran expectantes pero nerviosos ante la ausencia de puntos; y también los hay quienes ya anticipan un naufragio irremediable esta temporada.

La opinión es libre, como recomendable es también encontrar el término medio que tanto olvidamos en clave Real Zaragoza. Se deben ajustar cosas, corregir las puntuales faltas de concentración a nivel defensivo o minimizar los errores no forzados que se cometen en ocasiones. Por supuesto, se ha de afinar la puntería de inmediato, pero ni mucho menos lo visto hasta la fecha debería hacer saltar las alarmas.

El análisis resulta simple, pero no deja de ser el retrato más fiel de la realidad: el equipo domina a través del balón, suele ser mejor que el rival en todas las fases del juego y genera como pocos en la categoría, pero la losa del gol está pesando y mucho en los resultados finales. Resultados que, por otro lado, son los que mandan en este deporte.

Escudarse en la mala fortuna únicamente -la falta de calidad en el remate es una evidencia- no es un argumento de peso, pero lo cierto es que los números son surrealistas. El Real Zaragoza necesita 22 disparos para marcar, la media de ocasiones por partido es de 14 (entre 4 y 5 claras de gol) y Narváez, por ejemplo, es el jugador que más prueba al meta rival de toda la categoría: 21 remates (11 a puerta) y lleva un gol de rebote.

Otro dato reseñable es que los rivales del conjunto de JIM solo necesitan 7 ocasiones para perforar la meta blanquilla. Por otro lado, Alberto Zapater, el propio Narváez e Íñigo Eguaras son 3 de los 10 futbolistas mejor valorados en este inicio de liga, destacando el navarro con un acierto en el pase cercano al 90%. El fondo de armario también parece haber mejorado su aspecto tras las nuevas incorporaciones, algo clave para el devenir de una competición larga y exigente.

Más allá de sensaciones, también los números abogan por la paciencia y la confianza en JIM y sus pupilos. Parece cuestión de tiempo que la dinámica se torne positiva, aunque el hastío y la angustia de los precedentes más cercanos inviten al pesimismo. Urge sumar de 3 y el domingo el Real Zaragoza tendrá una nueva oportunidad. Hay que seguir insistiendo.