El Ayuntamiento de Zaragoza ha llevado a cabo una remodelación integral de la calle Ramón Celma, ubicada en el Casco Histórico. La reforma ha convertido la calle en una zona peatonal, con una plataforma única, sin barreras arquitectónicas y con árboles. La inversión para esta mejora fue de 341.842 euros y tiene como objetivo revitalizar la zona y hacerla más accesible y atractiva para los peatones.
La alcaldesa Natalia Chueca y el consejero de Urbanismo e Infraestructuras, Víctor Serrano, han visitado la calle para observar los resultados de los trabajos. La calle Celma conecta con la calle Predicadores, que también ha sido objeto de una reforma integral el año pasado, y busca facilitar el acceso a diferentes equipamientos cercanos, como la Casa Amparo, el futuro centro de mayores Luis Buñuel, el Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente y la Delegación de la ONCE.
Además de la prioridad peatonal, la calle cuenta con aceras al mismo nivel que la calzada, una línea de aparcamiento y una banda vegetal con árboles y bancos para el disfrute de los peatones. La reforma también incluyó la renovación de tuberías de saneamiento y el alumbrado, que ahora cuenta con farolas más eficientes con tecnología LED para reducir el consumo energético.
El plan de mejora urbana, conocido como la segunda Operación Calles, continuará con la remodelación de la calle Belchite en el barrio de Las Fuentes, con el objetivo de convertirla en una zona peatonal con plataforma única para mejorar su accesibilidad y calidad ambiental. La alcaldesa también mencionó otros proyectos de reforma en diferentes calles y avenidas de la ciudad, como la Avenida Cataluña, Avenida Navarra, y las calles Matadero, Escuelas y Utrillas, para seguir mejorando la escena urbana en diferentes barrios de Zaragoza.
